El que tenga sed, venga

Agua
Fotografía: J. Perera (Creative Commons)

Mercedes Luján Díaz, Coordinadora de redacción | Con el recuerdo todavía de este verano y el tiempo en el que hemos podido descansar, restablecer nuestras fuerzas y seguir bebiendo del Agua Viva que refresca nuestras almas, comenzamos con ilusión un nuevo curso.

Además de las actividades, cursos, ejercicios y retiros que el Centro de Espiritualidad propone como cada año, nos acercamos a un acontecimiento especial que en unos meses tendrá lugar: la clausura del Año de la Misericordia y el cierre de la Puerta Santa de la Basílica. Momento para hacer balance y recordar el paso misericordioso de Dios por nuestra vida.

Mención especial tiene los cerca de 300 jóvenes de nuestra diócesis que tuvieron el privilegio de participar de la JMJ en Croacia, y que además de pasar unos días intensos con el Papa Francisco en las vigilias y Eucaristías, disfrutaron de un ambiente extraordinario de fraternidad y eclesialidad.

Y es que Dios es así: incansable en su bondad y eterno en su amor. Esta es la experiencia que tenemos y de la que siempre queremos dejar constancia en nuestra revista. Que el que tenga sed venga a beber de estas fuentes de la salvación que brotan del costado abierto de Cristo y su vida quedará saciada. Ojalá que los artículos que os presentamos os ayuden a introduciros en esta experiencia, en una intimidad y un conocimiento cada vez mayor de los tesoros divinos que brotan de su Corazón.

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