Madre Carlota, ejemplo de fidelidad a Dios

, Presbítero | El pasado 10 de Noviembre fue beatificada en Barcelona, en la Basílica de la Sagrada Familia, la Madre Carlota de la Visitación, oriunda de la localidad vallisoletana de Nava del Rey. Juntamente con ella, otros 15 mártires recibieron el reconocimiento como beatos para nuestra Iglesia. A ella, Madre Carlota, queremos dedicar las siguientes páginas, porque su testimonio nos interpela a todos aquellos que, como ella, queremos seguir las huellas de Jesús.
Navarresa de nacimiento
Baudelia, como así se llamaba, nació un bonito día del mes de mayo de 1872. A los seis años quedó huérfana de padre, siendo la mayor de seis hermanos. La Madre Carmen del Niño Jesús, Fundadora de las Franciscanas de los Sagrados Corazones, abrió por aquel entonces una casa en Nava del Rey y pronto Baudelia quedó prendada del carisma y espíritu de aquellas religiosas. El ayuntamiento local vio con buenos ojos la labor pedagógica de las hermanas y las asignó la atención del antiguo hospital de San Miguel, con lo que pudieron dedicarse a la educación de las niñas de la época. Con 15 años solicitó el ingreso en el noviciado de Antequera, y en 1893 profesó los votos perpetuos con el nombre de Carlota de la Visitación. Fue secretaria personal de la Madre fundadora, secretaria, consejera general y directora de varios colegios, como por ejemplo el de Osuna, de 1894 a 1897. Era considerada una mujer piadosa, bien educada y de firmes convicciones. A pesar de las dificultades, que las hubo y muchas, siempre permaneció fiel a su vocación religiosa. Además de ser superiora de diferentes comunidades de su congregación y dirigir numerosos colegios, también daba clase de piano y en ocasiones, bordaba. En el año 1934 completó un manuscrito sobre la fundadora, la Madre Carmen: Vida, virtudes y milagros de la Madre Carmen del niño Jesús.
Mártir por amor a Jesús
Al inicio de la Guerra civil española estaba en el colegio de Vilanova de Bellpuig, Lérida, de donde la comunidad fue expulsada. La Madre Carlota se refugió en una casa de Barcelona, propiedad de la señora Ballester, quien la permitió acoger en su casa a todas las jóvenes dispersas, pero fueron denunciadas por el portero. Los anarquistas las arrestaron. Era la madrugada del 14 de noviembre de 1936. Madre Carlota preguntó a los guerrilleros: ¿Dónde nos llevan? Ellos respondieron: A mataros. A lo que ella, sonriendo, preguntó de nuevo: ¿Y por qué? La respuesta fue la siguiente: Porque sois monjas. Gracias a la intercesión serena y amable de Madre Carlota, las muchachas arrestadas que eran estudiantes quedaron en libertad. Poco después, al grito de ¡Viva Cristo Rey!, Madre Carlota yacía en el suelo muerta, mártir por Jesús. Tenía 64 años. Sus restos fueron enterrados en una fosa común en el cementerio de Montjuic.
Testigo de fe para el mundo de hoy
En la ceremonia de beatificación, en la que otros 15 mártires fueron elevados a los altares y proclamados beatos, el Cardenal Angelo Becciu señaló que en los beatos que hoy celebramos, la Iglesia reconoce un modelo a imitar; estos testigos de la fe vivieron con generosidad y coraje los valores de la vida religiosa, hecho que provocó el ensañamiento de sus perseguidores. La gloria de los mártires permanece, mientras que los regímenes de persecución pasan. Contar con la Beata Carlota como intercesora nuestra y modelo de vida cristiana es para todos los creyentes una llamada a la autenticidad y la fidelidad. Los mártires tuvieron claro que Dios es el más importante de nuestra vida. No antepusieron nada al amor de Dios; todo lo supieron vivir en la clave de la fidelidad a quien entregaron la vida, y eso lo llevaron hasta las últimas consecuencias, proclamando con su muerte que es posible ser fieles hasta la muerte y recibir así, la corona de gloria que no se marchita.
Las Hermanas Franciscanas hoy
La Madre General de las Hermanas Franciscanas, Inmaculada Ríos, que estuvo presente, junto con otras muchas hermanas en la ceremonia de beatificación, señaló en los días previos estas palabras: Estamos contentísimas por el enorme trabajo realizado y a la vez agradecidas por tanto cariño recibido. En las Constituciones de la congregación, se recogen palabras como éstas: Nuestro carisma es franciscano y nos llega a través de Madre Carmen que mira a Cristo y a María en la grandeza de sus Corazones, y anhela enseñar a los hombres a conocer y amar a Dios. La Madre Carlota, ya beata, supo encarnar muy bien estas palabras en el transcurso de su vida. La Hermana María de los Ángeles Maeso, celosa vicepostuladora del Proceso de Beatificación de la Hermana Carlota, afirmó que el ejemplo de su vida tiene que ser para nosotros luz en el camino, fuerza en la debilidad, confianza ante las pruebas y seguridad en la esperanza de la venida del Reino del Sagrado Corazón a nuestra patria. En un año jubilar por el aniversario de la Consagración de España al Corazón de Jesús, le damos gracias a Dios por la vida de Madre Carlota y por el carisma de las Hermanas Franciscanas de los Sagrados Corazones. Que el Corazón de Jesús pueda reinar cada vez más en nuestra patria, en nuestros hogares y en los corazones de cada persona.