Icono de San Andrés
| El nombre de Andrés, del griego Andreia, Andreas, significa hombría, varonil, valor. Nació en Betsaida, población de Galilea, a orillas del lago Genesaret, era hijo del pescador llamado Jonás, y hermano de Simón Pedro.
Llamado por los griegos “el Protocletos”, Proclete, la liturgia bizantina le denomina Protoklitos por ser el primer llamado. Anteriormente fue discípulo de Juan Bautista, siguiendo después a Cristo, presentando a su hermano Pedro.
Su martirio tuvo lugar el 30 de noviembre del año 60 de nuestra era, en Patras capital de la provincia de Acaya en Grecia, siendo emperador romano Nerón.
La tradición cuenta que fue crucificado en una cruz decussata en forma de aspa o de X, que ahora se conoce como Cruz de San Andrés, no siendo clavado, sino amarrado a ella, desde donde siguió predicando hasta morir.
Las reliquias fueron trasladadas desde Patras a Constantinopla, hacia el año 357. Cuando Constantinopla fue tomada por los franceses, al comienzo del siglo XIII, el cardenal Pedro de Capua las llevó a Iten el año 1208, quedando depositado en la cripta de la Catedral de Amalfi, donde permanecen la mayoría de ellas.
En un gesto histórico, el día 5 de enero de 1954, el Papa Pablo VI entregó la cabeza del Santo al Patriarca Atenágoras I. Por su parte, el Patriarca de Constantinopla hizo entrega al Papa Montini de un icono en el que san Andrés y san Pedro se abrazan, bajo la mirada de Cristo Resucitado.
Fue el primer obispo de Bizancio, un cargo que finalmente se convertiría en el Patriarcado de Constantinopla. Debido a esto la Iglesia Ortodoxa Griega lo considera 31 máxima autoridad, tal como Pedro lo es de la Iglesia Católica.
San Andrés es honrado como principal patrono de Rusia y de Escocia.
En este Icono vemos a san Andrés con una túnica de color rojo y amplias mangas, el manto azul con luces muy logradas, que le dan una gran luminosidad. Sujeta con sus manos la cruz martirial en forma de aspa. El cabello castaño, la barba de color blanco, partida al estilo nazareno. Los pies descalzos, el ceño un tanto fruncido y el fondo negro.
“Señor, que llamaste al apóstol san Andrés a dejar las redes a orillas del mar de Galilea para hacer de él un pescador de hombres, te pedimos por su intercesión que nos concedas ser fieles a la vocación apostólica que hemos recibido en nuestro bautismo. Por Jesucristo, Nuestro Señor. Amén”.