Icono de San Miguel Arcángel

Icono de San Miguel Arcángel

José Bautista Galán, Director del Taller de Iconos | El nombre de Miguel significa ‘¿Quién como Dios?’ San Miguel es uno de los siete arcángeles y está entre los tres cuyos nombres aparecen en la Biblia. Los otros dos son Gabriel y Rafael. La Santa Iglesia le llama «Príncipe de los espíritus celestiales», «jefe de la milicia celestial». En el Antiguo Testamento aparece como el gran defensor del pueblo de Dios “En aquel tiempo surgirá Miguel, el gran príncipe que defiende a los hijos de tu pueblo” (Daniel 12,1). Y continúa su poderosa defensa contra el demonio en el Nuevo Testamento, relatada maravillosamente por San Juan: “Entonces se desató una batalla en el cielo, Miguel y sus ángeles combatieron contra el dragón” (Apocalipsis 12, 7- 99).

El culto a san Miguel Arcángel, comienza a extenderse a partir del siglo IV y V, tanto en oriente como en occidente. Se le representa de diferentes formas, generalmente de pie, con una lanza o espada, venciendo al demonio, con armadura, a veces montado a caballo, dirigiendo las huestes o milicias celestiales. También le podemos ver en algunos Iconos, con un medallón de cristal en la mano izquierda,  con una cruz en la parte superior con la inscripción “Cristo, Justo Juez”.

El Icono que vamos a leer, escrito (pintado sobre tabla), por quien se dirige a Vds. desde estas líneas, tiene un formato de 195 X 224, sobre fondo de pan de oro. El rostro joven un tanto serio como en todos los Iconos, los cabellos recogidos con una especie de cinta al aire. Revestido con su armadura y complementos decorados con tonos azul-grisáceos, amarillos y naranjas, la manga de la túnica azul y bocamanga verde y la capa recogida en color rojo. Sujeta con su brazo izquierdo el escudo decorado en tonos marrones y anaranjados, y en su mano la espada, mientras con su mano derecha sostiene su lanza. Las alas predomina la tonalidad marrón, con luces azules, verdosas y ocres.

La Iglesia le venera como su protector universal. Su festividad, la celebramos de 29 de Septiembre.

“San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla, sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la milicia celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los otros espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amen”. (Oración compuesta por el Papa León XIII)

Anterior

Para leer (nº 158)

Siguiente

En Alguaire, Lérida