En comunión con la Santa Madre de Dios (XI)
Mons.
, Obispo de San Sebastián | Obviamente una de las cosas que hay que comentar de la Oración del Ave María es el propio nombre de la oración. Así comienza: Dios te Salve María, Ave María. Y es que resulta muy curioso que el propio Catecismo, en este apartado, le ha parecido oportuno, en su edición española, poner entre paréntesis ‘alégrate María’. Dice así: DIOS TE SALVE MARÍA, (ALÉGRATE MARÍA); porque tenemos una dificultad algo especial que es la primera traducción del comienzo de la oración: el Dios te salve María. En realidad es griego. El saludo que tenemos en el Evangelio de Lucas del ángel a María está en griego pues los Evangelios están en griego, y en griego lo que ahí pone literalmente es: JAIRE MARÍA = ALÉGRATE MARÍA.¿Qué ocurre? Pues que san Jerónimo, que fue el que hizo en el siglo IV la traducción de toda la Biblia al latín, la tradujo con: Ave María. Es decir un saludo: Ave María, lo cual parece que no es una traducción literal. La Iglesia no está comprometida con esa traducción en el sentido de que hay otras traducciones más actuales y literales, aunque durante muchísimos siglos (durante un milenio prácticamente) la vulgata de san Jerónimo ha sido la traducción que ha permanecido en la Iglesia. La palabra vulgata, es porque es una traducción a la lengua vulgar que era el latín para que el pueblo lo entendiese. Porque en aquel tiempo se hablaba el latín.
Pero digamos que, eso no quiere decir que ahora cuando hacemos una traducción de la Biblia no busquemos una forma de traducción más literal. Seguro que si tenéis una biblia en casa, en el capítulo de Lucas 1, 28 seguramente dirá: ‘Alégrate Maria’, porque es la traducción literal de ‘Jaire María’. Ahora, hay que decir, que el hecho de que san Jerónimo tradujese ‘Ave María’ ha hecho que las mayorías de las traducciones sea ya muy difícil cambiar la oración. Ha quedado no el ‘Alégrate María’, sino el ‘Dios te Salve María’.
Vamos, entonces, a comentar lo que esto significa, pues hay cierta diferencia entre el ‘Alégrate’ que es la traducción literal, y la otra traducción más libre, un poco más impropia, que es el ‘Ave’ o ‘Salve’. Aún así indicar una cosa y es que aunque la fórmula que tenemos actualmente no sea la literal de la traducción griega, eso no quiere decir que no nos diga nada. Claro que nos dice algo porque posiblemente san Jerónimo lo hizo por aquello de que era la fórmula romana del ‘Ave Cesar’. Era como decir un: ‘Yo te saludo María’, o ‘Dios te saluda María’. Y nosotros también recibimos, en esta fórmula, en esta traducción, una invitación a que nuestra oración sea un saludo.
Evidentemente el ‘Alégrate María’ tuvo un significado literal en aquel momento que Dios le pedía a María que se alegrase, que en su humillación, y en su pequeñez y en su sentirse pequeña, le dijese: ‘Alégrate’. Y en realidad hoy en día a María no le hace falta decirle que se alegre, que ya está plenamente alegre con Dios y participando de su gozo, y de su alegría plena, y por eso el traductor hizo esa traducción un tanto –digamos– libre. Me figuro que también san Jerónimo diría algo así como: ‘Yo te saludo María, caigo en cuenta que eres un don para nosotros. Te tengo presente, no me olvido de ti, Ave, Ave. Yo te saludo porque Dios te saludó, pongo en ti mis ojos. Aprendiendo de Dios que puso en ti sus ojos’. Algo así tendría que significar esa palabra ‘Ave’, un saludo a María. Dios ha puesto sus ojos en ella y es que Dios nos dice: ‘Oye, aprende a poner los ojos donde tienes que ponerlos. Fíjate en ella, enamórate de ella, y dile: Salve, yo te saludo’.
Si miramos la traducción a las lenguas modernas, en italiano se dice: ‘Ave María, piena di grazia’. En francés: ‘Je vous salue, Marie’. En inglés algo por el estilo: ‘Hail, Mary’, saludo a María. En alemán también es saludada. Pero es verdad que la traducción española se puede prestar a una mala comprensión, quizás es más literal la traducción por ejemplo del italiano, del francés, del inglés… ‘Yo te saludo María’. El problema está en que al decir, ‘Dios te salve María’ alguno podría interpretar en esa expresión que le estamos pidiendo a Dios que salve a María y que no se condene. Y obviamente esa interpretación literal no es eso lo que el ‘Ave María’ quiere decir. Lo que sí que tenemos que quitarnos un poco de la cabeza es que no se trata de que le pidamos la salvación para María como le pedimos a nosotros que nos salve, y que somos pecadores. No es eso, no. Esta interpretación está como negando nuestra conciencia de que María es Inmaculada, no tiene pecado, etc. Quitemos de la mente eso de que el sentido literal es que le estamos pidiendo a Dios que le salve a María. Lo que el texto quiere decir es que: ‘María eres bien hallada. ¡Qué alegría! Qué alegría por estar ante la presencia de una criatura llena de Dios. ¡Salve, María!’ Cuando nosotros rezamos el Ave María es como si dijésemos: ‘¡Que alegría estar contigo! ¡Qué alegría que existas! ¡Qué alegría y que gozo es el que una criatura haya respondido plenamente a Dios!’. Es un saludo que nos llena de alegría.
Por eso, aunque literalmente diga: ‘Alégrate María’, no es que ella esté triste. Y aunque nosotros digamos: ‘Dios te salve María’, no se trata de salvarse en el sentido que no se condene, obviamente. Quitemos las interpretaciones equivocadas de la Palabra para acabar entendiendo. Se trata de un saludo de decir: ‘Salve María. Dios te saluda y yo te saludo con Dios, porque ha puesto sus ojos en ti y yo también los pongo’. Por eso cabe perfectamente la hipótesis de que si san Jerónimo estaba acostumbrado a que allí se dijese: ‘Ave Cesar, Yo te saludo Cesar’. Pues algo así quiso él interpretar cuando dijo: ‘Ave María, aquí estás María, estás llena de gracia, eres lo más hermoso que han visto mis ojos en esta tierra’. Algo así es lo que debemos interpretar.