Vida Consagrada en comunión
Semana de clausura en Roma del Año de la Vida Consagrada.
, OV, Coordinadora de Redacción | La semana de clausura del Año de la Vida Consagrada se celebró en Roma del 28 de enero al 2 de febrero, en un encuentro internacional que reunió a más de cinco mil consagrados bajo el lema: “Vida consagrada en comunión”. Para los que tuvimos la dicha de asistir ha sido un lema que se ha hecho realidad. Hemos experimentado la belleza de la vida consagrada en todas sus formas sintiendo una total comunión entre nosotras y la Sede de Pedro.
Se alternaron en estas jornadas de encuentro, celebraciones, vigilias de oración, momentos formativos para profundizar la especificidad de cada forma… con los objetivos de conocer mejor el gran mosaico de la vida consagrada, vivir la comunión redescubriendo la única llamada en la variedad de las formas (Ordo Virginum, vida monástica, Institutos apostólicos, Institutos seculares, nuevos Institutos y nuevas formas de vida consagrada) y comenzar juntos el camino del gran Jubileo de la Misericordia.
Comenzó el jueves, a las 18.00 horas que se celebró en la Basílica Vaticana una Vigilia de oración presidida por Mons. José Rodríguez Carballo, Arzobispo secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica. Con ello poníamos en manos del Señor este encuentro y ‘calentábamos’ el corazón para acoger todo aquello que quedaba por vivir.
El viernes 29 de enero en el Aula Pablo VI del Vaticano, tuvo lugar una Jornada común para todas las formas de vida consagrada, dedicada a reflexionar sobre los elementos esenciales de la vida consagrada que presentaron varios ponentes y que orientó, ya desde su saludo, Mons. Joao Braz de Aviz, Cardenal presidente de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica.
El sábado 30 y el domingo 31, cada forma de vida consagrada desarrolló su propio programa de Congreso. Los 350 miembros de vida monástica claustral se reunieron en la Universidad Urbaniana, las 600 vírgenes consagradas (Ordo Virginum) en la Universidad Antonianum, los 400 miembros de Institutos Seculares en el Agustinianum, los 200 nuevos Institutos y ‘nuevas formas’ en la Casa Enrico de Osso , y los más de 2.500 Religiosos y Religiosas de vida apostólica en la Universidad Lateranense. De esta manera, cada forma de vida consagrada profundizó en lo específico suyo.
El lunes 1 de febrero, el Papa Francisco recibió en Audiencia, a mediodía, en el Aula Pablo VI de la Ciudad del Vaticano, a todos los participantes. Nos habló sobre la obediencia, de la importancia del discernimiento, de ser profecía para el mundo de hoy… con esa sencillez, claridad y sabiduría a la que nos tiene acostumbrados. Y a las 18.00 horas se celebró un evento oracional-musical dirigido por Mons. Marco Frisina, también en el mismo aula. Una preciosa tarde en la que seguimos las huellas de la Belleza hasta llegar a emocionarnos.
Finalmente el martes 2 de febrero los consagrados peregrinamos por la mañana en grupos, con ocasión del Jubileo de la Misericordia, a las basílicas de Santa María la Mayor, San Juan de Letrán y San Pablo Extramuros. Una sencilla peregrinación nos introdujo en la Basílica correspondiente y allí tuvimos un acto penitencial y tiempo para confesiones. Finalmente, a las 17.30 horas en la Basílica de San Pedro se celebró la Santa Misa presidida por el Papa Francisco, en cuya homilía nos exhortó a no dejarnos de sorprender constantemente por la Presencia de Aquel que nos eligió y que sigue renovándonos en su amor día tras día.
Una semana de bendición, de acción de gracias por el don de la vida consagrada y por este año, de súplica, para que el Señor siga dirigiendo nuestros pasos, y de comunión donde experimentamos el regalo de la fraternidad junto a nuestro Santo Padre. Terminó así el Año de la Vida Consagrada que empezó, por deseo del Papa Francisco, el 30 de noviembre, primer Domingo de Adviento, de 2015 y terminó con este encuentro –al que he intentado acercaros– en la fiesta de la Presentación del Señor del 2 de febrero de 2016. Para Su Gloria.