En Ocaña, Toledo

Sagrado Corazón de Ocaña

Federico Jiménez de Cisneros, Profesor de Historia (con información y fotos facilitadas por Juan Rascón Estébanez) | Esta histórica población toledana se encuentra en un alto, conocida como la mesa de Ocaña, y desde siempre ha tenido importancia religiosa. Desde hace más de medio siglo cuenta con una interesante escultura del Sagrado Corazón de Jesús.

El 26 de mayo de 1957 se reunió una comisión, formada por el alcalde, el párroco, el escultor y el aparejador. Las hermanas Esquinas sufragaban un monumento al Corazón de Jesús en la plaza de Santa María. El escultor fue don Marino Borrega Amaya, natural de Astorga, y autor del monumento a la Virgen Inmaculada en León. Utilizó piedra procedente del derribo de la iglesia de San Martín para el pedestal, y piedra blanca de Monterrey para la imagen del Corazón de Jesús.

Cuentan que para realizar la obra se hicieron excavaciones en la plaza, localizándose los cimientos de la torre del homenaje de la antigua fortaleza. Junto a los restos del castillo guerrero se eleva hoy el monumento pacífico al Corazón de Jesús, símbolo de la paz que da el amor de Dios.

La altura total del monumento es de 21 metros, de los cuales cinco corresponden a la imagen. Para hacer frente al viento, la estatua está firmemente asentada en una fuerte estructura de hierro y hormigón. En el interior de la torre hay una escalera para el mantenimiento de la iluminación de la imagen. El monumento está revestido de piedra de mampostería de granito, incluyendo la mesa del altar y la cornisa que remata el pedestal.

El monumento tiene las características propias de los de la época: a los pies el altar, a poca altura la imagen de la Virgen, y en lo alto, el Corazón de Cristo. Durante muchos años tuvo dos inscripciones bajo cada una de las imágenes: a los pies de la imagen de Jesucristo, “Corazón de Jesús, en Vos confío”; y a los pies de la Virgen, “A Jesús por María”.

El 8 de junio de 1958 fue solemnemente bendecida por el arzobispo de Toledo cardenal Pla y Deniel, acompañado del obispo auxiliar Miranda, con la presencia de las máximas autoridades provinciales (gobernador civil, presidente de la Diputación, alcalde y otros) y con muchas personas del pueblo.

En Ocaña, desde hace más de medio siglo, la imagen del Corazón de Jesús nos mira con su cabeza inclinada, recordándonos que Él es nuestro camino y nuestra paz.

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