El uno está totalmente en el otro
“Ellos se hallan tan íntimamente unidos que el uno está totalmente en el otro: Jesús está todo en María y María toda en Jesús; o mejor, no vive Ella, sino sólo Jesús en Ella. Antes separaríamos la luz del sol que María de Jesús”
(San Luis María Grignion de Montfort)
Las palabras de San Luis María, autor de uno de los mayores libros marianos –Tratado de la Verdadera Devoción–, aunque haya pasado más de 300 años, ¡continúa viva! Esto es lo que pasa con quien vive a la luz del Evangelio, que no cambia, que no envejece…
Y como es verdad que dónde está Jesús está también nuestra Santísima Madre, el Sacratísimo Corazón, que miró con ojos de predilección a Valladolid, quiso traer a esta privilegiada ciudad, de manera intensa, también una total consagración al Inmaculado Corazón de María.
Por esta y otras verdades, nosotras, Hermanas Esclavas del Divino Amor de la Fraternidad Arca de María, confesamos un extremo gozo por haber pasado por este bendecido Santuario de la Gran Promesa y haber podido allí desarrollar nuestro santo carisma, que es vivir y propagar la total consagración a la Santísima Virgen según San Luis María Grignion de Montfot.
Nuestra Fraternidad nació en Brasil hace 12 años y está en España hace poco más de seis. En este tiempo, nos ha sido posible llevar a muchos españoles a esta manera perfecta de darse totalmente a Jesús, desde norte a sur del país. Como es la función de Nuestra Señora llevarnos siempre a su Hijo Jesús, dos de nuestras hermanas pudieron estar en el Santuario de la Gran Promesa y, de manera providencial, conocieron D. Julio de Pablos, que aún no era el Director del Centro.
Pasado algunos años de este encuentro, D. Julio contactó con las hermanas que están en la Diócesis de Valencia, exponiendo su deseo de llevar al Centro de Espiritualidad esta perfecta y total consagración. Al principio, suponía para nosotras imposible por tener muchas misiones ya anotadas. Pero, como para el Señor nada es imposible, D. Julio mantuvo su pedido. Confiando en la Providencia Divina que nunca falla, vinieron en nuestra ayuda otras hermanas de la Fraternidad, pertenecientes a nuestras misiones de Austria y Portugal.
Fue así que llegaron cinco hermanas al Santuario de la Gran Promesa en los últimos días del mes de abril. Durante una semana, siempre en compañía de D. Julio y de los colaboradores del Centro, las hermanas estuvieron presentándose en las Santas Misas, divulgando la Total Consagración enseñada por el Santo de Montfort e invitando a todos para un día de retiro, hecho en la Capilla de la Congregación, que fue la clausura de esta misión.
Todo el trabajo de divulgación del retiro, que incluyó rezo del rosario en la plaza y visitas a diversas familias y movimientos de la Iglesia, tuvo muy buena acogida. Desde el principio 40 personas ya afirmaban querer entregarse a Jesús por medio de la Santísima Virgen como «esclavos de amor». Este superó a los cien, en un nuevo día de explicación de esta Total Consagración hecho por D. Julio.
Los días que ahí estuvimos fueron más que especiales. Efectivamente, uno de los mayores intercesores para esta misión fue el Bienaventurado Bernardo de Hoyos, que nos permitió rezar donde él rezó y estar en contemplación donde Jesús escogió para aparecérsele. Al B. Bernardo y San Miguel Arcángel fue confiada esta misión, a quienes pedimos auxilio principalmente para desvendar el «tesoro escondido» del Sagrado Corazón por medio de lo que él más se enamoró en esta tierra, que fue el mismo Corazón de Su Santísima Madre.
En los días en que la Iglesia dedica para veneración de los Santísimos Corazones, en el día 13 de junio, en una solemne celebración, más de 100 personas se consagraron Totalmente a Jesús por María, como «esclavos de amor». Toda la Fraternidad Arca de María se unió a tan gran hecho, pudiendo cada miembro renovar su total entrega a este Corazón Inmaculado que siempre estuvo rendido de amor al Corazón de un Dios que, en Jesucristo, nos ama con un corazón humano, traspasado solamente por amor.
A Dios, a la Santísima Virgen, al Centro de Espiritualidad y sus colaboradores, a cada consagrado, nuestro más profundo agradecimiento y, de manera muy especial, a D. Julio que, por su ministerio, arrastra muchas almas al más profundo del Sacratísimo Corazón de Jesús.