Las horas de una vida

Reloj

Mons. José Ignacio Munilla, Obispo de Orihuela-Alicante | Al creer en el poder soberano de la Madre de Dios le pedimos que ruegue por nosotros. Y precisamente ahora, en este momento de nuestra vida, para que se realice la vocación particular de cada uno de nosotros.

El pasaje de las bodas de Caná está en el Evangelio de san Juan, que precisamente algunos expertos denominan como el Evangelio de la hora. Jesús dice que todavía no ha llegado su hora o, más adelante, que ya se acerca su hora. Todos tenemos una hora en nuestra vida. La hora de Cristo es, sin duda alguna, la de la cruz. Pero eso no quiere decir que el resto de las horas de una vida no tengan importancia.

Aparte de la cruz, cada momento de la vida de Jesús y de la nuestra es valioso. Por eso, a María le pedimos que ruegue por nosotros ahora y en la hora de nuestra muerte. También ahora, aunque hoy mis tareas sean cotidianas. El día de hoy, que puede parecer monótono, es un momento de gracia. Incluso ahora, que tal vez tenga un sufrimiento o una preocupación que me agobia. O que he perdido a un ser querido. Siempre es hora de gracia para Dios.

Para una madre cualquier situación de su hijo es importante. Alguno diría que si no les queda vino en Caná que beban agua, porque hay cosas más importantes. Pero para una madre las cosas pequeñas igualmente tienen su relevancia. Por ese motivo, a María también recurrimos como intercesora en las pequeñas cosas de la vida.

Acordaos de la promesa del Señor, que nos daría el ciento por uno en esta vida y luego la vida eterna. Y con el ciento por uno se refiere a que, asimismo, en las cosas cotidianas nos llovería su gracia. Bien cierto que puede existir el riego de que utilicemos la oración de petición para nuestros caprichos y no pidamos los dones principales. Que no pidamos el don del Espíritu Santo o que aumente nuestra fe, nuestra esperanza, nuestra caridad… Pero eso no quiere decir que, cuando hayamos pedido los dones principales a Dios, no se pueda pedir por cosas pequeñas. Aunque en el ahora de mi vida tenga preocupaciones que puedan parecer nimias, para la Madre todo es importante.

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