En Fuentecén, Burgos

Sagrado Corazón de Fuentecén

Federico Jiménez de Cisneros, Profesor de Historia | En el centro de Castilla, en la ruta de Valladolid a Soria, entre Peñafiel y Aranda de Duero, localizamos Fuentecén, a orilla de la carretera. Se trata de una pequeña población de la provincia de Burgos, en la comarca de La Ribera, en la comunidad autónoma de Castilla y León, con doscientos cincuenta habitantes, a orillas del río Duero. Aunque se trata de una población pequeña, tiene una interesante historia ligada a la Reconquista y a la guerra de la Independencia. Dicen que su nombre está vinculado a la abundancia de fuentes que hay en la zona. Actualmente, toda esta amplia comarca es famosa por sus vinos, con la denominación de origen de Ribera del Duero, que se extiende por varias provincias castellanas.

Eclesiásticamente, el templo de Fuentecén pertenece a la parroquia de Castrillo de la Vega, integrado en el arciprestazgo de Roa de Duero, del arzobispado de Burgos.

La iglesia parroquial tiene la advocación de San Mamés mártir, cuya fiesta se celebra en agosto, y se localiza en el centro de la población. Tiene un perfil original. En la misma fachada principal, en la parte central, se eleva la torre campanario con remates de fortaleza; coronando su torre encontramos la imagen monumental del Sagrado Corazón de Jesús, realizada en varios bloques de piedra del mismo color que el templo, por lo que encaja perfectamente en el conjunto arquitectónico.

Se trata de una imagen especial, primero por sus dimensiones monumentales, de varios metros de altura, segundo por su colocación sobre las dos campanas, que así como las campanas nos llaman a la oración, la imagen nos recuerda el amor de Dios, tercero por su iconografía que desde lejos representa una cruz, y cuarto por la expresividad de su rostro suplicante. La imagen representa a Jesucristo con túnica ceñida en la cintura, con la cabeza elevada hacia lo alto y los brazos extendidos horizontalmente y las manos abiertas, como en actitud de súplica ante Dios Padre. Tiene el corazón esculpido en el centro, bien visible desde lejos. Esto hace que cualquiera que circule por la carretera, aunque no entre en la población, tenga la posibilidad de ver la imagen.

Merece la pena entrar en Fuentecén unos minutos y dedicar ese tiempo a contemplar esta imagen del Corazón de Cristo, y viéndola recordar que Jesús entregó su vida por amor para redimir a la Humanidad entera, y que Él suplica al Padre por nuestra salvación.

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