Corazón de Jesús, en ti confío

Corazón

Mons. Francisco Cerro Chaves, Obispo de Coria-Cáceres | Cuando decimos ‘Corazón de Jesús en vos confío’, ¿qué queremos decir? Decir Corazón de Jesús, es decir, Dios es Amor (1Jn4, 8). La persona divina de Cristo nos ama con Corazón humano. Es el Corazón redentor, es el camino de la vida verdadera, es su Amor incondicional.

Decía Pío XII que cuando yo digo ‘Corazón de Jesús’, estoy diciendo bastante más que cuando digo Cristo. Un ejemplo que nos puede iluminar: si me preguntas ¿conoces a Ismael? Y yo te digo que sí, la respuesta dice poco. Pero si contesto diciendo ‘lo conozco de todo corazón’, estoy diciendo muchísimo. Significa que al introducir la palabra ‘corazón’, estoy hablando de amistad, de intimidad, de un conocimiento más en profundidad, de la interioridad de la persona.

Cuando en la devoción a Cristo se añade la palabra “Corazón”, ilumina más en profundidad su persona por dentro. Nos habla de su amistad ofrecida incansablemente. Al decir ‘Corazón de Jesús en ti confío’, estoy asegurando que esta espiritualidad nos introduce en el misterio del Amor de Cristo que conociéndolo más íntimamente nos lleva a una gran confianza.

Esta espiritualidad no añade ninguna novedad a lo ya revelado sobre Cristo. Más bien es una clave que ayuda a fijar la mirada en lo esencial, lo sustantivo y no irnos por las ramas. Desde la tarde del Viernes Santo, el Corazón de Jesús queda abierto de par en par. Allí lo contemplaron con el Corazón traspasado María y Juan, es decir, la Iglesia. Después, a lo largo de los siglos otros muchos testigos místicos lo han contemplado, S. Ireneo, S. Agustín, S. Bernardo, Sta. Teresa de Jesús, Sta. Margarita, el P. Hoyos, Teresa de Calcuta…, han puesto su mirada en el Corazón de Cristo y lo han dado a conocer a la Humanidad. Sin vida contemplativa no descubriremos el Corazón de Cristo como la novedad más esencial del Evangelio.

Agua Viva, trata de aportar su humilde colaboración para que sean muchos los que poniendo los ojos en lo esencial, en ese Corazón redentor abierto, sigan viviendo en unión con Cristo, que en palabras del Vaticano II es la santidad. Ayúdanos a seguir llevando a la gente de nuestro tiempo la Buena Noticia del Amor del Corazón vivo de Jesús.

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