El amigo verdadero

Amigos

Fr. Rafael Pascual Elías, OCD | A la hora de ponernos a orar, con mucha frecuencia, nos dirigimos al Hijo, a Cristo; a lo largo de los Salmos y del Nuevo Testamento encontramos no pocas invocaciones: Hijo de Dios, Verbo de Dios, Señor, Salvador, Cordero de Dios, Rey, Hijo amado, Hijo de la Virgen, Buen Pastor, Vida nuestra, nuestra Luz, nuestra Esperanza, Amigo de los hombres…

Como vemos, de muchas maneras podemos acercarnos a Cristo en nuestra oración; pero si nos atrevemos a profundizar en la relación con Él, encontraremos una manera más plena de unirnos a Él: sumergirnos en el Corazón de Cristo nos hace encontrarle vivo y cercano a la vez que descubrimos que brota de nuestro corazón un nuevo modo de invocarlo, de tratarlo, de conocerlo. Es entonces cuando nuestra oración se convierte en un diálogo fraterno, íntimo y transformador con el Hijo, donde aparece y se nos presenta como ese amigo en el que podemos y debemos confiar, que no falla, que está siempre a nuestro lado pase lo que pase.

Sí, podemos estar en oración llamando a Cristo Hijo de la Virgen, Salvador, Buen Pastor,… pero si abrimos nuestro corazón al verdadero amor que mana del Corazón del Hijo de Dios caemos en la cuenta de que es también amigo de los hombres; y más que eso. Es amigo verdadero. Sin dejar de ser Dios, el Hijo se nos presenta como el Amigo, el compañero de camino que se acerca a nuestro lado y comparte esos momentos tan especiales que vivimos todos cada verano cuando volvemos al pueblo para reencontrarnos con aquellos amigos sin los cuales nuestra vida no sería la misma.

Aprovechemos este verano para encontrarnos con Cristo allí donde estemos y recodar que aunque tenemos muchos amigos con los que compartir nuestro tiempo, más aún en estos meses, no podemos olvidar que el Hijo de Dios también nos espera y es, como dice Santa Teresa de Jesús, “amigo verdadero”: “Con tan buen amigo presente, con tan buen capitán que se puso en lo primero en el padecer, todo se puede sufrir: es ayuda y da esfuerzo; nunca falta; es amigo verdadero … Mirando su vida, es el mejor dechado (modelo) . ¿Qué más queremos de un tan buen amigo al lado, que no nos dejará en los trabajos y tribulaciones, como hacen los del mundo?” (Libro de la Vida 22, 6-7).

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