En Ciudad Rodrigo
, Profesor de Historia | En la población salmantina de Ciudad Rodrigo, encontramos uno de los monumentos más antiguos en piedra al Sagrado Corazón de Jesús.
Concretamente está situado en el antiguo convento de las Franciscanas Descalzas, hoy residencia de ancianos, en una hermosa portada. Es obra de Manuel de Lara Churriguera, de conocida familia de arquitectos, quien esculpió la portada y labró el escudo con el Corazón de Jesús, como se hacía en la época: la imagen de un corazón rodeado de una corona de espinas y rematado con una cruz. Tal y como lo representaba Santa Margarita María de Alacoque, y tal y como podemos contemplarlo en un lugar tan lejano como el Seminario de Orihuela, en Alicante, esculpido en los mismos años por indicación del obispo Juan Elías Gómez de Terán.
Nuestra imagen se halla en la fachada del edificio, construida con piedra de sillería y en la que destaca la puerta del templo, cerrada con arco adintelado, entre columnas con capiteles compuestos que sostienen un entablamento, y en el centro se sitúa el escudo de Castilla y León sobre placa recortada. Sobre este, encontramos la imagen del Corazón de Jesús en un óvalo rodeado de ornatos abultados de hojarasca y bajo corona.
La construcción del convento está fechada en 1739, y se edificó gracias al obispo Gregorio Téllez. Acababan de producirse en España las revelaciones de Jesucristo al jesuita padre beato Bernardo de Hoyos. Se trata de una de las más antiguas representaciones escultóricas del Sagrado Corazón de Jesús en España, y se realiza en un ambiente de propagación de esta devoción y como expresión de la Gran Promesa: Reinaré en España y con más veneración que en otras partes.
El edificio ha sufrido los avatares de los acontecimientos históricos más diversos: guerras y revoluciones han afectado el uso del mismo y la paz conventual. Sin embargo, es significativo que el Corazón de Jesús haya sobrevivido a todos estos acontecimientos. Podemos ver un signo de la permanencia del amor de Dios en la historia: todo pasa, el amor de Cristo permanece.