En Artica, Navarra

Sagrado Corazón de Artica

Federico Jiménez de Cisneros, Profesor de Historia | Artica es una localidad perteneciente al municipio de Berrioplano, en la merindad de Pamplona, en la Comunidad Foral de Navarra, situado al norte de la capital. Se estima que su población la componen unos cuatro mil habitantes. Eclesiásticamente, pertenece a la archidiócesis de Pamplona y Tudela, al arciprestazgo de Pamplona-Berriozar. La parroquia está bajo el nombre de San Marcelo.

En la subida al monte de San Cristóbal se encuentra la imagen monumental del Sagrado Corazón de Jesús. Es obra de don Ambrosio Eransus, conocido sacerdote navarro muy devoto del Sagrado Corazón de Jesús, que hizo en este lugar un conjunto monumental formado por tres partes: un vía crucis, los miliarios de los diez mandamientos y el monumento al Sagrado Corazón.

Es una imagen estilizada, que representa a Jesucristo de pie, con los brazos caídos y el derecho ligeramente separado del cuerpo. José María Muruzábal, que ha investigado las imágenes monumentales navarras dedicadas al Sagrado Corazón, escribe: “Imagen de gran tamaño del Sagrado Corazón, colocada sobre un pilar de gran altura… La imagen resulta quizás demasiado rígida e inexpresiva, con un canon muy estilizado”.

En internet hay una página dedicada a esta imagen en la cual leemos: “La preciosa estatua, de tres metros de altura y hecha de hormigón, la concibió el escultor Áureo Rebolé, un profesional especializado en imaginería religiosa, y fue llevada a moldes y perfilada por el artesano gallego Manuel Villamarín, un cantero que, en plena continuación de la tradición medieval de su oficio, recaló donde le llevaron las piedras, que resultó ser Navarra, y que trabajó muy intensamente durante décadas en realizaciones pétreas… Don Manuel Villamarín también aportó su saber para la erección de la base pétrea, la pirámide truncada, y para el vaciado de las bases de hormigón de las cruces… Respecto de la construcción, me ha sido posible conocer dos anécdotas. Las sé de oídas y las repito como las oí. La primera es que la edificación de la base la hicieron, por deseo de Don Ambrosio, personas en paro de Ansoáin. La segunda es que para sembrar las cruces por la loma, el bueno de Eransus se las apañó con una o dos personas más…” (http://sagradocorazondeartica.blogspot.com.es/).

Lo cierto es que, como dicen por aquí, la imagen nos recuerda que hay un Corazón que nos ama y que espera que le amemos. En Artica, en Navarra, uno de los muchos monumentos dedicados al amor de Jesucristo.

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