El camino hacia Belén
| Ayer mi hija, después de salir del colegio, me preguntaba cómo podía hacer una corona de Adviento que le habían pedido como manualidad para la asignatura de Religión. Seguro que pronto se nos ocurrirá algo en casa, sobre todo a ella, y lo mejor es que pasará un rato conociendo el verdadero significado de la Navidad, mientras se las ingenia para colocar esas velas de Adviento que iluminan el camino a Belén.
Cada vela que se enciende nos recuerda que nos encontramos cerca de la Navidad y tenemos la oportunidad de preparar algo más que nuestra agenda, tan ajetreada durante estos días. Son unas fechas importantes y merecen una buena celebración, pero no podemos focalizarnos en lo material. Si lo llenamos todo de comidas, regalos o luces, no nos va a quedar espacio para nada más. Tal vez solo para una manzanilla que nos ayude con la digestión.
Nos guste o no, estamos metidos de lleno en una sociedad materialista que nos empuja a consumir constantemente. Aunque sepamos que lo material no da la felicidad, cada vez hay más devotos de esta especie de «religión» del consumo, que cuanto más se practica más vacíos deja. Una religión que aumenta su número de seguidores en Navidad, paradójicamente cuando se conmemora el nacimiento de un Niño en un humilde establo.
La Navidad no consiste en abrir turrones o regalos. Todo eso está bien. Sin embargo, lo realmente importante es que abramos nuestro corazón a ese milagro que sucedió en Belén. Que nos atrevamos a redescubrir un tipo de felicidad más grande que la ilusión efímera de lo material y un amor que puede transformarte interiormente. Aunque, claro, estas pueden ser poco más que unas cuantas palabras bonitas, típicas de estas fechas, si ni tú ni yo las hacemos realidad.
Este nuevo número de Agua Viva que estás viendo en tu pantalla ha vuelto a ser posible gracias al estupendo grupo de colaboradores de la revista. Hay mucho trabajo detrás de cada artículo. Como siempre, esperamos que los textos que publicamos te ayuden en tu vida interior. Y, en esta ocasión, en tu camino hacia Belén.